*Sept 2020 Mallorca

2020-09-28

Desde el sábado 19 de septiembre estamos en la bahía de Palma de Mallorca. Sin navegación, sin seguimiento de rumbo, sin reloj, sin nada de eso. Estamos comenzando una semana de « fiaca » del dolce farniente, nadar, caminar y también hacer el mantenimiento del barco. Cuando miramos otros barcos del mismo tamaño o más grandes, son las tripulaciones profesionales las que limpian, pulen, retocan o incluso cocinan para los propietarios cuando están a bordo. De hecho, muchos yates solo están ocupados por tripulaciones. Solo somos dos a bordo del MR Beelzebuth y representamos a la tripulación y a los armadores. Es más fácil, pero también tenemos que compartir nuestro tiempo para realizar todos estos roles al mismo tiempo.
Desde que llegamos a Mallorca hemos tenido la misma sensación que en 2018 cuando llegamos por primera vez con MR Beelzebuth. En Arcachon el barco era enorme y casi embarazoso. Aquí, nuestro barco se mezcla con el paisaje, casi podríamos calificarlo como un velero modesto ya que algunos yates son enormes y algunos mástiles mucho más altos.

El viernes 18 de septiembre, llegando desde Ibiza, desembarcamos en la cala de Illetes detrás del puerto de Portals. Es una pequeña cala bien resguardada del oleaje del sector Oeste a Este. No hubo suerte, tenemos un poco de oleaje del SE, así que el barco rolo durante casi toda la noche.

El sábado 19 de septiembre la bahía se llena de barcos que vienen a pasar el día. De hecho, es el fin de semana que comienza. Después de la noche perturbada por el balanceo del barco, decidimos cambiar de fondeadero por uno que parece más tranquilo y menos ondulante.

Peter nos trae el paquete que le habíamos entregado. Aprovechamos para reparar el lavavajillas con la nueva tarjeta electrónica que habíamos encargado en Australia. ¡Genial, funciona! También teníamos en este paquete la tarjeta SIM de nuestra nueva línea Wifi dedicada al barco. Entonces encendemos nuestro router y ahora hay internet a bordo cuando no nos alejamos demasiado de la costa y nos mantenemos dentro del alcance GSM.

Mercedes pasa parte del día buscando un atraque para el lunes por la noche, porque hemos concertado una cita con un especialista en heladeras que revisará tanto el frigorífico principal como el exterior, que no enfría lo suficiente durante la época de calor. Todos los puertos deportivos tienen amarres disponibles, pero la dificultad es encontrar uno a un precio asequible. Finalmente, reserva en Marina Cuarentena quien nos aplica el precio de temporada baja. No hay comparacion, es caro, pero es de lejos el precio más competitivo de todos los puertos deportivos de Palma.

Por la noche, Mercedes cocina el pescado que pescamos el día anterior en el horno. Es simplemente magia.

El domingo 20 de septiembre pasamos la noche rolando de lado a lado, creyendo que las olas iban rodeando las islas y las rocas para invadir los lugares más tranquilos. Después del desayuno, se acerca un zodíac. Y sí, sigue siendo un guardia ecológico (nos recuerda al Banc d’Arguin) que viene muy amablemente a pedirnos que cambiemos de sitio porque otra vez estamos en un área de Posidonia.

Lenvantamos el fondeo y volvemos a la cala Illetes. Almorzamos la otra dorada corifena de menú pero esta vez Mer ha elaborado tres tipos diferentes de ceviches para nuestra mayor felicidad.

Pasamos la tarde bañándonos (Richard con una esponja en la mano) y el resto del tiempo mirando los barcos y las tripulaciones a nuestro alrededor.

Esta noche comemos mexicano preparado por Mer por supuesto.

El lunes 21 de septiembre tenemos una cita con Peter (el velero de One Sail Palma) que quiere comprobar el buen funcionamiento y el buen envejecimiento de nuestra vela mayor que realizó el pasado verano. Por tanto, zarpamos hacia Marina Cuarentena.

Recogemos a Peter allí y navegamos un rato por la bahía. El velero está satisfecho con su producto y al mismo tiempo nos da algunos puntos de referencia para ajustes (sin duda nos serán útiles durante Les Voiles de Saint Tropez). De regreso al puerto fuimos a MercaNautic, que es un gran vendedor de accesorios y otros equipos dedicados a la navegación con la esperanza de encontrar pantallas Raymarine para que sirvan como repuestos. A última hora de la tarde fuimos al Réal Club Náutico de Palma para encontrarnos con Vivi (una amiga de Eva de Gijón) con la que lo pasamos un momento muy agradable hablando evidentemente de barcos y de regatas entre otros temas.

Martes 22 de septiembre, son las 9 am y Fernando, el ingeniero de refrigeración, está allí como estaba planeado. La idea es revisar todos los equipos de abordo, incluso recargarles gas.

Mientras tanto, Mercedes se sube a su patineta electrica y se va de compras a Mercadona. A su regreso llega el momento de dejar nuestro amarre y aprovechamos, para dar una vuelta por el puerto de Palma, para admirar los yates de ensueño.

Zarpamos hacia cala Portals Vells.

Es una cala lo suficientemente grande para acomodar muchos barcos durante el día, desde el barco de 8 metros hasta el yate de 30 metros, pero todos regresan al puerto por la noche, dejando la cala para los pocos veleros restantes. Hoy estamos ultimando los detalles del viaje de los Biboux que vienen a visitarnos este fin de semana.

Miércoles 23 de septiembre, mismo ritual que todos los días: levantarse sin despertador, desayunar en la terraza, nadar o no (según el estado de ánimo) pero el agua sigue a 27 °, y luego esta mañana, sin habernos fijado este objetivo con anterioridad, nos ponemos a limpiar la teca del cockpit. Pasamos toda la mañana ahí hasta las 2 de la tarde y el resultado está ahí, la madera ha recuperado su color rubio original. Estamos exhaustos pero satisfechos. Ponemos el paddleboard en el agua para Mer, las aletas y la máscara para Richard y HOP al agua hacia el chiringuito que está en la playa para picar un bocado allí, regado con una jarra de sangría. Por la noche, el pronóstico del tiempo pronostica viento para el jueves por la noche y especialmente una ráfaga para el viernes por la noche. Mercedes vuelve a llamar a Marina Cuarentena para volver a reservar un amarre, pero el precio ha cambiado del lunes (el comercial se equivocó en el precio y no nos beneficiaremos con el precio de temporada baja) pero sigue siendo una buena tarifa comparando con el resto de puertos y marinas de Palma.

El jueves 24 de septiembre, cuando nos levantamos esta mañana, nos llamó la atención la diferencia entre el color de la cubierta y el del cockpit limpiado el día anterior. Sin pensarlo empezamos a limpiar el resto de la teca desde la proa y uf !! nos queda superficie. Pasamos más de medio día y al final estamos totalmente «agotados». Esta vez terminamos absolutamente el barco entero. Mientras estábamos absortos en nuestra tarea, la cala se llenó de barcos algunos mejor fondeados que otros, mientras esperamos el vendaval del atardecer.

Recibimos una llamada telefónica de los Biboux que nos dicen que después de la muerte de un familiar no podrán acompañarnos el fin de semana. Es una decepción para todos. La noche llega y todavía no hay viento, así que nos acostamos. El viento se levantara por la noche. Richard duerme feliz mientras Mercedes se levanta para verificar nuestro entorno. Allí notó un velero de 45 pies que se encontraba a menos de un metro de nuestra proa, luego de haber garreado más de 200 metros. Afortunadamente, la tripulación estaba tambien vigilando y han finalmente cambiado de lugar.

El viernes 25 de septiembre cuando Richard se levanta después de haber pasado una excelente noche, la cala está totalmente vacía, solo quedan tres barcos fondeados, todos los demás ya se fueron, el viento se levanto por la noche y luego calmo, pero esperamos nuevamente rachas fuertes para el medio dia.

Desayunamos tranquilamente Mer empieza a recibir mensajes, llamados y algunos amigos entusiastas cantando « el feliz cumpleaños », su cara se ilumina.

Nos dirigimos hacia la marina, el amarre es complicado con viento cruzado de 25 nudos, pero finalmente ya estamos a salvo.

Hemos planeado una tarde de visitas y compras por Palma y luego un restaurante por la noche. Peter nos llama para informarnos que tiene una escota de mayor en buen estado para darnos! Richard parte raudo y veloz a One Sails para reunirse con Peter, donde aprovecha para visitar la veleria.

Luego nos reunimos los 3 en el barco para agradecer a Peter la escota y brindar por el cumple.

A las 8:30 p.m. « echamos » a Peter salimos hacia el restaurante. Vamos a cenar a GAUDEIX, bajo consejo de Vivi, con tapas y raciones. Es excelente.

Tuvieron la amabilidad de traer el postre con una velita, Mer extraña las tortas de su papa en cada cumpleaños y las fiestas organizadas por su mama, Esta vez su cumpleaños fue muy diferente a los anteriores, el festejo fue finalmente muy alegre, los llamados, los mensajes de sus amigos hicieron de éste, uno muy especial y el primero de una nueva serie.

Sábado 26 de septiembre Ante un MTO alarmista decidimos pasar una segunda noche en el puerto. Por la mañana volvemos a salir con nuestros patinetes electricos y volvemos a Palma para terminar las compras interrumpidas el día anterior.

También descubrimos la panadería francesa «la Madeleine de Proust» de la que Peter nos habia traido una excellente Brioche que nos deleito los desayunos de toda la semana. El pan tambien es muy bueno.
También hay un negocio de comida argentina cerca del mercado Santa Catarina. Mercedes promete volver mañana.

Continuara el regreso a la costa francesa.