*2021 Julio Dalmacia.

2021-07-25

Esta semana nos ofrece condiciones meteorológicas más comunes para la temporada: noches tranquilas, mañanas sin viento y mar sin oleaje por la tarde el viento se levanta y sopla a veces hasta 20kts.
El domingo salimos para un día completo de navegación hacia el noroeste en dirección a Zadar a 78 MN. Recorremos esta distancia en 12 horas y 70 millas a vela, el día es radiante y lo disfrutamos plenamente.

Por la noche fondeamos MR delante el puerto. 

Al día siguiente de nuestra llegada, bajamos con el anexo a visitar la ciudad vieja, sus callejuelas, su mercado de frutas y verduras, pero también el de pescado. Hay más pescado en Croacia que en Grecia jónica.

También subimos al campanario de la catedral para admirar el punto de vista sobre toda la ciudad. Por supuesto no hemos dejado de ir a escuchar la música de los órganos marinos, que en cada ola producen un hechizante canto de sirenas.

El martes por la mañana salimos a descubrir nuestras primeras islas dálmatas. Aquí las islas y los arrecifes forman un verdadero campo de minas para el navegante. Cualquier movimiento de isla en isla requiere una atención especial para evitar los altos fondos, las rocas que afloran en la superficie del agua sin señalización y respetar la señalización de los canales a veces muy estrechos…
De camino a la isla de Molat, decidimos pescar. Arrastramos nuestras líneas un rato hasta que un navegante local sin escrúpulos, al volante de su lancha a motor, pasa cerca de nuestra popa, a pesar de nuestros gestos y destellos de voz. Resultado: dos líneas cortadas y dos señuelos perdidos. Richard, apestando, guarda las cañas en el pañol, hasta una próxima vez.

Por la noche fondeamos en la bahía de Sakarun en la isla Dugi. Aquí las boyas son de pago, escapamos anclando a distancia. La playa de esta bahía es renombrada, pero está tan descuidada y sucia de tantos residuos que ni ganas nos dieron de pasar un rato, raudos volvimos al barco a aprovechar del atardecer y hacer un brindis por el día del amigo en Argentina !

El miércoles retomaremos nuestro camino hacia el sureste a lo largo de Dugi hasta la entrada del Parque Nacional de Telascica y de Kornati. Es un archipiélago de 89 islas e islotes, todos ellos pelados que sugieren un paisaje lunar. En su mayoría están deshabitados. El agua es clara y a veces turquesa. 

El único inconveniente es que tendríamos que pagar la suma de 1000 Kuna por día (133 €) para tener el derecho de fondear (en cualquiera de los dos parques). No queriendo ceder, una vez más, a la estafa organizada, recorremos el parque sin pisar tierra, luego ponemos el rumbo hacia la isla vecina, llamada Zut para pasar la noche y disfrutar de un bonito atardecer.

Aunque nuestro fondeadero está bien protegido, la noche es excepcionalmente ventosa (BORA) y Mer no pega ojo. Por la mañana todo vuelve a la normalidad y la calma vuelve.
A mitad del día y después del tradicional baño matinal, nos dirigimos a la isla de Zirje a 23Mn en el sureste. El viento nos lleva y sopla a veces a más de 20kts. MR con GV y trinqueta navega a 8 nudos.

Tres horas después llegamos en la pequeña bahía cerrada de Koromasna y anclamos en el centro. Está rodeada de casas y apartamentos de vacaciones. Todo el mundo parece conocerse. Tenemos la impresión de perturbar un cotidiano monótono y bien rodado. Esta noche vamos al restaurante local a comer langostas con pasta que es la especialidad.

El viernes navegamos a Sibenik. En el camino fondeamos en la pequeña isla de Zmajan en una pequeña bahía donde MR apenas podía evitar los bordes con los cambios de viento. Mer va a bañarse con su máscara y descubre erizos de mar que parecen ser comestibles. Almorzamos y, armados con cuchillos y un balde, nos vamos a la recolección submarina. Nuestra cosecha es buena.

Mientras tanto fuimos a ver Sibenik e intentamos fondear en las bahías circundantes, pero los fondos son profundos y con rocas.

Después de varios intentos nos dirigimos a Zlarin a 1 milla y fondeamos delante del puerto sobre fondo de arena.

El pueblo parece ser muy acogedor. Planeamos bajar allí mañana. Por el momento, estamos listos para disfrutar de la cena con delicioso plato de pasta fresca con erizos de mar. Nos reservamos la segunda parte para el almuerzo de mañana.

El sábado por la mañana bajamos al pueblo. Es un lugar que se parece a un pequeño pueblo de Provincia, muy florido, bañado por un sol permanente. No hay coches y todo el mundo se mueve a pie, en bicicleta, carretilla, scooter… Hacemos algunas compras y volvemos a bordo.

Almorzamos los exquisitos erizos y zarpamos hacia Primosten, pequeño pueblo típico situado a 8 millas en el sureste del continente. El pronóstico del tiempo es viento fuerte para el domingo por la noche y el lunes, allí deberíamos estar a salvo.